EL CUÑADISMO Y LA EDUCACIÓN CANINA

18.12.2020
- Buenos días, ¿Es usted el técnico de la lavadora?. La mía ha dejado de lavar.

- Eso no es nada. Dele usted la vuelta y apriete el primer tornillo que vea.

No tiene lógica, ¿verdad?. Pues con los perros lo hacemos contínuamente. Cansa ver la cantidad de foros y grupos que hay por las redes sociales donde alguien habla de algún problema con su perro, los profesionales, por prudencia y precisamente, por "profesionalidad", nos callamos la boca, y salen multitud de cuñad@s dando consejos a cada cual más rocambolescos.

 Los profesionales nos callamos la boca no porque seamos más chulos que un ocho y queramos guardarnos la sabiduría para nosotros mismos, no. Nos callamos la boca porque sabemos que un individuo perro (que no un electrodoméstico), es una combinación de su genética, de sus experiencias vitales, de su edad y desarrollo, de su ambiente, de su entorno familiar y social, de sus condiciones físicas y emocionales, impulsos y necesidades... Aparte, todo esto es cambiante. Nosotros ni nos sentimos y comportamos igual todos los días, ni incluso nos sentimos ni comportamos igual a cada rato del mismo día. Habrá cosas que pasen que nos afecten más, nos afecten menos, y según la carga que llevemos en la mochila reaccionaremos de una u otra manera.

O sea, que como ya he dicho mil docenas de veces, ni la bola de cristal ni las dotes adivinatorias vienen de regalo con los cursos de educación canina, y si me preguntas que por qué tu perro hace X sin tener toda la información, te voy a decir de la forma más humilde que no tengo ni puñetera idea. 

El trabajo de un educador es ir indagando y observando para ver para qué tu perro hace lo que sea que haga, eso para empezar. Y esto no se hace en un plis plas. Luego tenemos que ir poniendo ladrillos. Si tu problema, el del humano, es A, con toda probabilidad un educador que se precie no va a ir directamente a solucionar ese A, va a ir construyendo un camino dándole al perro herramientas para que pueda ir allanando ese camino hasta que finalmente no necesite hacer ese A o lo haga de otra manera que nos satisfaga al tándem perro-humano. 

En definitiva, que las soluciones fáciles y rápidas no deberían existir. Me explico, la forma más rápida y efectiva de que un perro deje de hacer algo que nos molesta es pegarle un tiro al perro. ¡Ea!, problema resuelto, para el humano, claro. Hay algunas "soluciones cuñadistas" que no van directamente a pegarle un tiro al perro, pero sí a dejarlos muertos en vida, que es aún peor. Pensad en vivir toda una vida sin poder ser, sin poder expresarte, sin tener ninguna posibilidad de iniciativa, inhibido...

Por favor, sed críticos y actuad con lógica. Pensad en que si ese consejo aparentemente "funciona" por qué lo hace, y si de verdad le estamos solucionando algo al perro.

No digo que, con conocimiento de causa, y sabiendo el por qué y para qué, podamos dar consejos muy generales. Pero si ya tratamos con un caso concreto, con un INDIVIDUO único, irrepetible y concreto, un ser vivo, con emociones y sentimientos, los consejos de cuñados vamos a dejarlos aparcados, por favor. Si no los hacemos con un electrodoméstico, por qué con un ser vivo, que es un poquiiiiiiiito más complejo... Huid de los consejos de cuñados, y nunca haced con vuestro perro lo que no quisierais que os hicieran pasar a vosotros. Eso sí que es así de simple.



 

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar