EL W.C. DE EMERGENCIA

20.07.2020

Tras recibir algunos comentarios y preguntas vuestras, he decidido revisar y reeditar el texto, porque creo que el mensaje que quería exponer con el mismo estaba llevando a cierta confusión. En ningún caso se trata de enseñar, condicionar u obligar al perro a que haga sus necesidades en un sitio determinado. Se trata de añadir una opción más, para que el perro pueda decidir y elegir si realmente la necesita. Tampoco es algo para "facilitarnos a nosotros la vida", sino para ayudarles a mejorar la suya, y, recalco, si lo necesita.


Cuando incorporamos a un nuevo miembro peludo a la familia, ya sea cachorro, o adulto, a veces nos echamos muchas prisas en que esté controle su conducta higiénica, en que haga sus micciones y deposiciones en la calle.


Siempre intento empatizar con los perros, y, en este caso, tanto por observación de los míos propios, como por propia experiencia, sé lo sumamente estresante que puede resultar necesitar entrar al baño y no tener esa posibilidad.


Padezco de colon irritable, del cual, hace ya muchos años que no me dan brotes, entre otras cosas, porque fui aprendiendo a gestionar mi estrés. ¿Y por qué os cuento esto?. Porque cuando estaba con dichos brotes, tan sólo el hecho de pensar que tenía que ir a algún sitio, y que si iba a necesitar un baño, igual no lo tenía disponible, me generaba un estrés tal que, precisamente, no me dejaba ir a ningún lado, no me permitía "avanzar". En resumidas y literales cuentas, me ponía enferma de sólo pensarlo.


Yo no sé si un perro puede llegar o no a anticipar esa misma situación tal y como yo lo hacía. Aún nadie, y menos yo, ha sido capaz de meterse con esa profundidad en la cabeza de un perro y saber lo que piensa. Si no somos capaces de hacerlo con otra persona, miembro de nuestra propia especie, a ver quién es el guapo o guapa que "sabe" lo que se le pasa al perro por la cabeza. Podemos hacer interpretaciones a lo sumo, pero nada más. Lo que sí os puedo decir, es que no tener disponible un baño cuando lo necesita, y aguantarse lo que pueda o hacerlo en zonas que el perro asocia como que no tiene permitidas porque en un momento de su vida se le mostró así, sí que le genera estrés, y puede ser de un nivel considerable. Por desgracia, aún hay gente que "educa" a sus perros en la conducta higiénica echando manos del castigo y la represión.


Jamás en la vida se me ha ocurrido reñir o castigar a un perro porque haya tenido un "accidente", y aún así, esa expresión facial y corporal de "lo siento, no quiero problemas", aunque sea sumamente sutil, aparece, lo que me da entender que muy agradable no es esa situación para ellos, aunque nosotros no hagamos nada para que se sientan peor. Y, si encima, ese perro ha estado "educado" como os expongo anteriormente, esto se puede agravar bastante.


También intento explicar a la gente que cuando un perro hace sus cosas en casa, siempre tiene un por qué, que no hacen las cosas "para jodernos", "a mala leche", "como venganza" o las veinte mil docenas de cosas más que la gente interpreta.


Otra cosa que intento explicar es que un perro que gestiona bien su entorno tiene más interés en dejar sus micciones y deposiciones en la calle para que esos olores formen parte de su entorno, y dejar información para sí mismo y para otros, que hacerlo en su propia casa. Si vamos haciendo las cosas bien, el perro no tendrá ningún interés por hacer sus necesidades dentro.


Como ese tema puede dar para largo, me voy a centrar en el tema que estoy tocando. Si tú tienes una necesidad fisiológica, y tienes que aguantarte, te pones muy nervioso, lo pasas mal o muy mal, puedes llegar a sentir dolor, y, al final, acabas reventando sí o sí. Los humanos, por norma general, tenemos fácil acceso a un aseo las veces que nos resulte necesario. Un perro depende íntegramente de nosotros, a no ser que disponga de jardín, por ejemplo.


Yo a mis perros hace ya mucho que decidí dejarles una bandeja con un empapador como WC de emergencia, por si tienen un "apretón", y algunas veces lo han usado. A mí también me da mucha tranquilidad pensar que si un día por lo que sea me atraso más de la cuenta, o si se sienten mal, pueden usar ese baño sin que a ellos tampoco les sepa mal hacerlo. Tampoco es que me preocupe ni se me caigan los anillos de usar una fregona si es necesario, ya os digo que no busco "mi propia comodidad", sino ofrecer una posibilidad más para ellos.


Os cuento el caso de Spirit. Es un perro adulto, que hace sus necesidades en la calle, pero tuvo un episodio de diarreas. Viene a buscarme, y, lo típico, te pilla sin vestir. Como veía que iba a tardar más de lo que él podía esperar, (yo me estaba vistiendo abajo, cerca de la puerta de hecho, porque había dejado la ropa preparada para ir más rápido), subió escaleras para arriba (la bandeja con el empapador la tengo en una habitación en la que estamos poco), y ahí hizo lo que necesitaba hacer. Eso me dio mucho que pensar también. Un perro que espera para salir y "no llega", por norma general, se hará lo que sea frente a la puerta, pero él gestionó la situación subiendo escaleras y buscando el empapador. Y más, un perro que prácticamente no había usado antes de eso el empapador, ni de cachorro. Conclusión de la situación: Lo más importante, Spirit tras esto seguía tan feliz, sin esas señales de "la he liado", y, además, para mí en este caso fue mucho más cómodo cambiar un empapador lleno de caca suelta que recogerlo de otra parte de la casa, enguarreteándolo todo con papeles y fregona, y dejando un perfume embriagador que tarda en irse. Todos contentos. Y aunque vuelvo a resaltar que para nada el objetivo es "mi" comodidad, pienso que de algún modo Spirit sí que lo resolvió así.


Otras situaciones para las que lo recomiendo es en cachorros, que aún aprendiendo, igual necesitan hacer más veces sus necesidades, sobre todo pipí, que las veces que empezamos a salir, perros que llegan nuevos, que aún no tienen ajustado el horario, y durante la adaptación pueden estar más inquietos y tener más necesidad de pis (nosotros también hacemos más pis cuando estamos nerviosos, por qué pensar que ellos son diferentes), perros que han estado en un campo o similar y no tenían un horario establecido, perros con problemas a la hora de quedarse solos, perros con alguna patología, con miedos a la calle...


Cuando se programa una reducción de estrés, pongamos por ejemplo el de un perro con algún problema para quedarse solo, a veces aparecen estas micciones y deposiciones. El hecho de que el animal tenga la opción de poder ir al baño si lo necesita, en lugar de estar aguantando, cosa que solo hace más que empeorar la situación y aumentar aún más la inquietud del individuo, hace que, por lo menos, una pequeña, o gran parte, según el caso, de ese estrés que yo pueda reducir, lo estoy haciendo dándole esa posibilidad. También para determinadas familias humanas les será más fácil gestionar la situación de que ensucie en un sitio fácil de recoger, y no en otros, porque tienes que "lidiar" también con la parte humana. Pero sigamos sin quitarnos de la mente que, el cualquiera de los casos, aquí lo que prima es el perro y si libertad de decisión.
 

También hablo de un empapador como podría hablar de papel, un trozo de alfombra, o simplemente el acceso libre a una parte de la casa que el perro decida usar.


Os expongo un ejemplo de un caso que encontré de una perrita con un trastorno por separación, que quizás pueda dar un poco más de luz a lo que quiero exponer. Analizando grabaciones, la perrita aullaba, lloraba, gemía..., pero llegaba un momento puntual en el cual se inquietaba mucho más, la cara literalmente se le desencajaba, empezaba a moverse en un espacio muy corto, con una expresión muy tensa, y, finalmente, se orinaba. Cuando lo hacía, la perra se quedaba echa polvo, encogida, tensa... Era una perra a la que le habían reprendido mucho por hacerse pipí en casa, con castigos que no quiero contar. Cuando vi la grabación, en ese trozo determinado lo que se me vino a la mente es "se está orinando y no aguanta más". Se me encendió una lucecita y le pregunté a su responsable que dónde hacía pis de cachorra, y me dijo que en papel de periódico en el baño, así que probé a dejarle de nuevo los periódicos a su disposición. Volvimos a grabar, y apatecieron de nuevo esos lloros, gemidos, ladridos... Apareció de nuevo ese momento puntual de más inquietud, pero en ese justo momento, la perra decidió ir al baño y hacer un pis en los periódicos. Tras esto, hubo un pequeño momento de más tranquilidad hasta tal punto que la perra se quedó un rato dormida. Por supuesto, en su caso esta no fue la "solución maravillosa a todos sus problemas", pero no me cabe duda de que fue una herramienta importante.


En definitiva, yo os aconsejaría que ofreciéceis esa posibilidad siempre que aparezcan situaciones en las cuales penséis que vuestro perro lo puede necesitar, si no tenéis jardín, terraza o alguna zona donde el perro pueda evacuar libremente, y que tenga plena libertad de decidir. También os quiero recalcar en letras mayúsculas que usar una fregona si es necesario todavía no ha matado a nadie.

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