DE TRASTORNOS ASOCIADOS A LA SEPARACIÓN Y LA INTRODUCCIÓN DE OTRO PERRO

11.02.2022
Una de las cosas con las que me suelo topar últimamente bastante a menudo es con familias que, como su perro tenía algún trastorno asociado a la separación, introducen a otro "para que le acompañe", y en corto o medio plazo, se encuentran con que su problema no sólo no se ha resuelto, sino que, además, se ha multiplicado por dos.

Aquí os voy a exponer algunos supuestos de por qué esto no es buena idea, o, al menos, el hacerlo sin conocimiento de causa.

Supuesto 1: Parto de un perro que, por el motivo que sea (esto da para otro post), tiene problemas a la hora de quedarse solo en casa. Este perro por lo que sea no considera su hogar donde reside como un entorno seguro. Ahora llega otro perro, que puede traer su propia mochila emocional, y se encuentra en el proceso de adaptación conque un compi le está dando a entender que esa situación y ese entorno es de todo menos seguro. Imaginad que os introducen en algún sitio nuevo, y vuestro compañero de habitación está aterrorizado. ¿Qué conclusión podéis sacar?.
No obstante, sí que es cierto que hay perros lo suficientemente maduros y capaces como para ir sacando sus propias conclusiones (si la adaptación se hiciera "de lujo" y con algo con lo que, desgraciadamente, la mayoría del género humano carece, una gran dosis de paciencia y mucho tiempo disponible como para que los perros no estén solos en el tiempo que hiciera falta). Pero si hemos intentando optar por la que pensábamos que era "la vía rápida" de introducir a otro perro en lugar de ayudar a gestionar al que ya estaba en casa, como que difícil lo veo. Aparte además de que una llegada de un perro a una casa debería de ser meditada y deseada por otras cosas, no para "darle uso".
Y ya para redondear la situación, normalmente se opta por introducir a un cachorro. O sea, que le estoy pidiendo a un niño que lidie con los problemas emocionales de un adulto. 🤷

Supuesto 2: Tengo a un perro con problemas asociados a la separación, que también tiene otra serie de miedos e inseguridades. Aparte de todo lo que expongo en el punto anterior para el perro que llega nuevo, resulta que éste está tan bloqueado que, "aparentemente", como deja de hacer cosas (le hemos introducido al enemigo en casa), el problema (el nuestro), desaparece. Pero al cabo de x tiempo empiezan a aparecer otros problemas: Comienzan a aparecer conflictos entre los perros entre otras cosas. 

Supuesto 3: Tengo a un perro adulto en casa que gestiona muy bien el quedarse solo, que es muy resolutivo y muy capaz, y quiero ayudar a un perro con problemas a la hora de quedarse solo en casa. Ahí, si hacemos bien el trabajo de adaptación, y vuelvo a rescatar lo de "paciencia y tiempo", sí que podría tener un gran aliado para ayudar a ese otro perro, pero haciendo las cosas bien y valorando en todo momento qué coste le va a suponer al perro que ya estaba allí.

Evidentemente, supuestos hay muchos más, cada situación, cada entorno y cada perro son un mundo diferente. Pero esto es lo que bajo mi criterio pienso que tenemos que tener por delante para evitar "putear" a un perro, tanto al que llega, como al que ya está allí, por muy buenas intenciones que tengamos.
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar