LA ESCALERA DE AGRESIÓN, ¿SIEMPRE PRESENTE?
Hay una publicación que veo bastante últimamente y viene a decir que si un perro muerde, es porque se le han agotado todos los recursos comunicativos de la famosa "escala de comunicación". Pues bien, aquí voy a soltar la palabra mágica de la educación canina: "depende".
Si bien es cierto que un perro puede llegar a agredir cuando se ignoran sus señales de malestar y petición de alejamiento o cese de forma progresiva, o se le ha inhibido que emita estas señales de aviso, bien porque las considere inútiles y "peligrosas" debido a un aprendizaje por castigos previos por emitirlas, y/o porque ha sido sistemáticamente ignoradas en el tiempo, hay otro factor en la ecuación que tenemos que tener en consideración: la amígdala y la activación del sistema simpático.
Os pongo un ejemplo. A Maripili sus amigos le gastan una broma para subirla a Tiktok en la cual le dan un susto muy fuerte y totalmente inesperado. Maripili a la persona que la asusta le mete un empujón, una torta, una patada, la agarra y la zarandea... ¿Maripili es agresiva?¿Tenemos que considerar que Maripili no es capaz de comunicarse, y que en otra situación donde le estén tocando las narices no va a ser capaz de decirle a la otra persona: "déjame en paz, que me estás molestando", para entrar entrar directamente en una respuesta agresiva? ¿Le habrán ignorado tanto en su círculo social que considera que cualquier intento de comunicarles su malestar es inútil y tiene que "cortar por lo sano" de forma radical? ¿La habrán castigado por quejarse?... Podría ser, pero seguramente lo que le ha ocurrido a Maripili es que en esa situación inesperada, sin tiempo para observar, sin ninguna distancia con aquello que siente que le agrede, lo que se ha activado es su amígdala, su recurso de supervivencia más primario que "secuestra" el neocórtex, porque para sobrevivir no hay tiempo para pensar, sino que hay que actuar ya mismo, y entre la huida-lucha, la huida no la ha visto como opción.
También dependerá de lo que Maripili considere como una amenaza en sí, del nivel de activación al que llega su sistema simpático, de su capacidad de recuperación, de los niveles de adrenalina y cortisol que ya teníamos de partida antes del evento... Igual a su amiga Teresita le gastan la misma broma y sólo pega un grito o un respingo. O que incluso active la amígdala, pero tenga la posibilidad de salir corriendo (huida). También habrá personas que se queden congeladas si el arousal es muy alto.
Huída-lucha-congelación, todas respuestas del sistema nervioso simpático, y de la activación del dorso-vagal.
En resumen, que es demasiado simplista e injusta la visión de que un perro agrede porque tiene inhibidas sus dotes comunicativas, y, además de que las propuestas que se le pueden hacer al perro son bastante diferentes, si vamos con ese sesgo también tendemos a "echar la culpa" a la parte humana, y tampoco me parece justo. Por todo esto, tampoco vamos a ver siempre la "dichosa" escalerita, que parece que tiene que estar siempre presente cuando hay una respuesta agresiva de por medio.