NO SOY FELIZ, NI MIS PERROS TAMPOCO

18.06.2021
Vivimos en un mundo que está continuamente bombardeándonos con que seamos felices. Publicidad, gurús, coach, etc, etc.


Desde bien pequeñitos nos "enseñan" a ocultar nuestras emociones: llorar está mal, enfadarse está mal, asustarse está mal, rechazar algo porque te da asco está mal... 

Lo único "aceptable" en una sociedad de unicornios y algodones rosas es ser feliz, así que ponte una máscara lo suficientemente grande como para ocultar todo aquello que no te dejan mostrar libremente, y cuando llegues a casa, si no puedes más, igual hasta te suicidas... ¡Quién lo diría, con lo feliz que era!. ¿Será, entre otras cosas, claro, porque como te repiten hasta la saciedad que "tienes que ser feliz, sí o sí", y como sientes que no lo eres, te sientes un fracasado para contigo mismo, y "fuera del sistema"?. Ahora quiero que hagas una reflexión, ¿de verdad eres tooodo el tiempo feliz?.

A día de hoy cada vez se le está dando más importancia a la inteligencia emocional, pero, aún así, se sigue pecando de poner a la felicidad en un pedestal, como si fuese el culmen de la vida, cuando no es así para nada.

Va a tocar revisar un poquito qué son las emociones y para qué sirven.

Una emoción se da como respuesta ante un estímulo significativo, ante una experiencia agradable o desagradable, y nos hace activar esa respuesta de tres formas:

- A nivel neurofisiológico y bioquímico, preparando diversas partes del cerebro, el sistema nervioso autónomo y el sistema endocrino para enfrentarse a dicha emoción. (p.e. con miedo voy a preparar mi cuerpo para la huida o lucha)

- A nivel motor y conductual. Voy a expresar lo que siento, ya sea de forma verbal o no verbal, entre otras cosas, para hacer ver al otro lo que me está pasando, y buscar una respuesta en el mismo. (p.e. si estoy cabreada, mi forma de moverme, mi tensión muscular, el tono y la cadencia de voz... dará información a quien me ve y oye de mi estado emocional. Puedo necesitar que esa persona me deje espacio, que me dé explicaciones, una disculpa... De un modo u otro, provoco una respuesta en el otro. Si estoy triste, puedo necesitar un consuelo, un abrazo... Sería una forma indirecta de pedir ayuda para sentirme mejor).

- A nivel cognitivo. Es mi estado subjetivo. ¿cómo me siento?. ¿qué estoy sintiendo en ese momento?. (p.e. estoy triste).

El cómo me expreso está influido por factores socioculturales y educativos, y por las reglas sociales en la que nos movemos, estando más "controladas", (yo diría que inhibidas) en adultos que en niños.

Las emociones básicas son: Sorpresa, ira, tristeza, miedo, alegría y asco.

Si las analizamos bien, la única verdaderamente asociada con algo agradable es la alegría. La sorpresa estará condicionada a lo que venga detrás, y el resto, están asociadas a estímulos desagradables. O sea, ¿sigues pensando que estamos diseñados para "ser felices"?. Si de verdad sólo fuésemos felices todo el tiempo, nos hubiésemos extinguido ya, no seriamos capaces de adaptarnos a ninguna situación desagradable. Y el mundo real no es de color de rosa.

La alegría no es más que una emoción más. Así que tengo todo el derecho de mostrarme alegre y hacer partícipe de esa alegría a las personas, animales que estén conmigo. Pero también tengo todo el derecho a mostrarme enfadada y dar información de que lo que está pasando me molesta, o a pedir distancia, tiempo..., a estar triste y necesitar un consuelo o un apoyo, a asustarme y que me respetes mi miedo y me acompañes en lugar de forzarme a nada, y a rechazar aquello que me genera aversión.

Y exactamente igual que yo, mis perros también tienen total y absoluto derecho a mostrar estas emociones, y nosotros tendríamos la obligación de comprenderlas y respetarlas, y en lugar de "corregir", "castigar", "modificar", etc, etc, verdaderamente haz un ejercicio de introspección y ponte en el lugar de tu perro. Pero de verdad de la buena, no en plan "qué haría yo si estuviese en la situación de mi perro", sino "qué haría si yo fuese mi perro tal cual es, con sus capacidades, sensibilidades e inseguridades".

A veces encuentras a personas sumamente frustradas, enfadadas, tristes... porque no comprenden por qué sus perros hacen lo que hacen. Y cuando empiezas a explicar cosas y a hacer entender, esas personas se van quitando la máscara, y van aflorando todas esas emociones que tienden a ocultar para que ellos y sus perros encajen en la sociedad de la felicidad. 

No busques la felicidad, sino la comprensión. El ser y el dejar ser, el escuchar lo que otro ser, da igual de la especie que sea te está comunicando sobre sus emociones en cada momento. 

No seas feliz, sé emocionalmente equilibrado.




¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar